La última misión robótica de la NASA a Marte, ESCAPADE (Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers), destaca no por su innovación innovadora, sino por su pura persistencia. El proyecto, diseñado para desentrañar el misterio de por qué Marte se transformó de un planeta que alguna vez fue habitable al mundo frío y seco que es hoy, casi colapsó varias veces antes incluso de llegar a la plataforma de lanzamiento.
Un camino turbulento hacia el planeta rojo
La historia de la misión es una de cuasi accidentes y recuperaciones improbables. Originalmente rechazado por la NASA, ESCAPADE resucitó solo debido a un cierre del gobierno federal en 2018 que reformó las prioridades de la agencia. Incluso después de la aprobación, enfrentó más reveses: el vehículo de lanzamiento inicialmente planeado, el New Glenn de Blue Origin, se retrasó, lo que obligó a los planificadores de la misión a buscar alternativas.
El equipo ESCAPADE, dirigido por el Dr. Rob Lillis de la Universidad de California, Berkeley, y Rocket Lab, entregó dos naves espaciales idénticas, apodadas Azul y Dorada, a tiempo y dentro del presupuesto. Sin embargo, el camino hacia Marte seguía siendo incierto. El plan original, de unirse a otra misión, fracasó y requirió un rediseño completo para permitir que la nave espacial se impulsara en una trayectoria con destino a Marte.
Pioneros en un nuevo enfoque de la ciencia planetaria
A pesar de las turbulencias, ESCAPADE representa un cambio en el enfoque de la NASA hacia la exploración del espacio profundo. La misión, que cuesta menos de 50 millones de dólares, es un proyecto rentable y de pequeña escala diseñado para maximizar el rendimiento científico sin los presupuestos masivos típicamente asociados con las misiones planetarias.
Las dos naves espaciales, cada una del tamaño aproximado de un minirefrigerador, entrarán en órbita alrededor de Marte en septiembre de 2027. Debido a la alineación planetaria desfavorable, las operaciones científicas reales no comenzarán hasta junio de 2028. Este retraso pone de relieve la compleja logística de los viajes interplanetarios, donde el tiempo es tan crítico como la tecnología.
Observaciones simultáneas para obtener conocimientos más profundos
El enfoque científico único de ESCAPADE implica desplegar dos orbitadores para realizar mediciones simultáneas en diferentes lugares alrededor de Marte. Esto permitirá a los científicos rastrear cambios rápidos en los campos magnéticos y el viento solar, proporcionando una instantánea dinámica de la interacción del planeta con el clima espacial.
Las naves espaciales se sucederán a lo largo de órbitas elípticas, acercándose a 100 millas de la superficie y alcanzando hasta 4.300 millas. Más tarde, divergirán en órbitas separadas, una más cercana y otra más lejana, para medir los efectos del viento solar a larga distancia.
Desentrañando la atmósfera perdida de Marte
El objetivo principal de la misión es comprender por qué Marte perdió su espesa atmósfera y agua superficial hace miles de millones de años. El débil y desigual campo magnético del planeta, a diferencia del fuerte campo global de la Tierra, no logra desviar el viento solar de manera efectiva. Con el tiempo, este bombardeo constante despojó a su atmósfera, dejando a Marte frío y árido.
La nave espacial lleva instrumentos idénticos: un magnetómetro para medir campos magnéticos, un analizador electrostático para obtener imágenes de partículas cargadas y sondas para medir la temperatura y la densidad. También incluyen cámaras construidas por estudiantes de la Universidad del Norte de Arizona, lo que demuestra un compromiso con la extensión educativa.
Una nueva trayectoria para misiones futuras
El lanzamiento de ESCAPADE en New Glenn, aunque retrasado, ha allanado el camino para una trayectoria novedosa que podría beneficiar a futuras misiones. Al utilizar una órbita en forma de frijol alrededor de L2, un punto gravitacionalmente estable entre la Tierra y el Sol, la nave espacial puede hacer cola para las ventanas de transferencia a Marte durante un período más largo.
Este enfoque podría ser crucial para establecer una presencia humana permanente en Marte, donde podrían ser necesarios cientos o incluso miles de lanzamientos cada 26 meses. Ampliar la ventana de lanzamiento podría hacer mucho más manejable la logística de una colonia en Marte.
El viaje de ESCAPADE a Marte es un testimonio de la resiliencia de la investigación científica. A pesar de afrontar reveses casi constantes, la misión no sólo ha sobrevivido sino que también ha sido pionera en nuevos enfoques para la exploración del espacio profundo. Su éxito no sólo permitirá conocer mejor el pasado de Marte, sino que también podría sentar las bases para el futuro de la humanidad entre las estrellas.

























