Una población de células nerviosas recientemente descubierta, llamada neuronas nNOS tipo I, parece ejercer una poderosa influencia en todo el sistema sobre la actividad cerebral y el flujo sanguíneo. La investigación sugiere que estas células son fundamentales para mantener una función cerebral saludable, con implicaciones potenciales para comprender los trastornos del sueño, las enfermedades neurodegenerativas y los efectos del estrés crónico.
El descubrimiento: un grupo pequeño con una influencia enorme
Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania descubrieron que estas neuronas escasamente distribuidas, ubicadas principalmente en capas corticales profundas, desempeñan un papel sorprendente en la regulación de las oscilaciones espontáneas del cerebro: el pulso rítmico del flujo sanguíneo que suministra oxígeno y elimina los desechos. Para comprender su función, los científicos eliminaron selectivamente neuronas nNOS tipo I del cerebro de ratones y observaron los efectos.
¿Qué sucede cuando estas células desaparecen?
Los resultados fueron sorprendentes. Sin estas neuronas, los ratones mostraron un flujo sanguíneo significativamente reducido, pulsaciones más débiles en los vasos sanguíneos (un proceso llamado vasomoción) y una disminución de la actividad cerebral general. Las ondas cerebrales lentas asociadas con el sueño profundo (ondas delta) también se debilitaron y la comunicación entre los hemisferios izquierdo y derecho se volvió menos sincronizada.
“En el cerebro, las arterias, las venas y los capilares ayudan a mover el líquido dilatándose y contrayéndose constantemente cada pocos segundos, lo que llamamos oscilación espontánea”, explica el ingeniero biomédico Patrick Drew. “Después de apuntar y eliminar un subconjunto de estas neuronas, observamos una reducción significativa en la amplitud de estas oscilaciones”.
Por qué esto es importante: vincular la salud del cerebro con procesos clave
El estudio sugiere que las neuronas nNOS tipo I son cruciales para varias funciones cerebrales fundamentales:
- Sueño: Las ondas delta, que se debilitan cuando se eliminan estas neuronas, están estrechamente relacionadas con el sueño profundo y reparador.
- Eliminación de desechos: La vasomoción es vital para eliminar los desechos metabólicos del cerebro. La alteración de la vasomoción es un sello distintivo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
- Sincronización cerebral: La comunicación saludable entre los hemisferios cerebrales depende de la actividad de estas neuronas.
Los investigadores concluyen que la pérdida de estas neuronas podría contribuir al desarrollo de alteraciones del sueño y enfermedades neurodegenerativas.
La conexión con el estrés: un posible desencadenante ambiental
Las neuronas nNOS tipo I son particularmente vulnerables al estrés mental. Esto plantea la posibilidad de que el estrés crónico pueda provocar la pérdida de estas células, contribuyendo con el tiempo a una mala salud del cerebro.
“La reducción del flujo sanguíneo es uno de los muchos factores que contribuyen a la reducción de la función cerebral y a las enfermedades neurodegenerativas”, dice Drew. “Si bien sabemos que el envejecimiento juega un papel importante en esto, la pérdida de estas raras neuronas debido al estrés crónico podría ser una causa ambiental inexplorada de la mala salud del cerebro”.
¿Qué sigue?
Si bien estos hallazgos provienen de estudios con ratones, los investigadores creen que los cerebros humanos pueden funcionar de manera similar. Se necesitan estudios futuros para confirmar este vínculo y explorar si las alteraciones de la función de las neuronas nNOS tipo I desempeñan un papel en los trastornos neurológicos.
Esta investigación destaca la importancia crítica de mantener un flujo sanguíneo saludable y proteger estas pequeñas pero poderosas células cerebrales de los efectos dañinos del estrés crónico.

























