El lago Yellowstone aparece desde el espacio como una vasta extensión cubierta de nieve, pero debajo del hielo se encuentra una realidad geológica sorprendente: algunos de los respiraderos hidrotermales más calientes del planeta. Esta combinación de frío y calor extremos hace de Yellowstone un entorno único, resistente al cambio climático y al mismo tiempo que guarda un secreto poderoso y volátil debajo.
La escala de la congelación
El lago Yellowstone, el lago de gran altitud más grande de América del Norte, a 2.357 metros (7.733 pies) sobre el nivel del mar, se congela cada invierno. En marzo, la acumulación de nieve puede alcanzar hasta 1,1 m (3,5 pies) de profundidad, cubriendo el lago de 32 km (20 millas) de ancho. Esto crea una capa de hielo sorprendentemente estable a pesar del aumento de las temperaturas globales, lo que lo convierte en un caso atípico entre otros lagos de gran altitud. El lago normalmente se descongela a finales de mayo o principios de junio.
Calor oculto debajo del hielo
La superficie helada del lago contradice la intensa actividad geotérmica que se encuentra debajo. Los respiraderos hidrotermales en el fondo del lago mantienen temperaturas del agua sorprendentemente suaves, lo que permite que la vida acuática como la gran población de truchas degolladas del lago sobreviva incluso bajo largos períodos de capa de hielo.
Un respiradero cerca de la isla Stevenson libera agua a una notable temperatura de 345 grados Fahrenheit (174 grados Celsius), más caliente que Old Faithful y cualquier otro géiser conocido en Yellowstone. Este calor extremo es posible porque la profundidad del lago crea presión, evitando que el agua hierva. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, estos son los respiraderos hidrotermales más calientes medidos en cualquier lago del mundo.
Una bomba de tiempo volcánica
La fuente de este calor es una enorme masa de magma a 3,8 km (2,6 millas) debajo del Parque Nacional Yellowstone. Este depósito de roca fundida actúa como capa de un gigantesco sistema volcánico. Si bien actualmente es estable, este sistema eventualmente entrará en erupción en un evento “supervolcánico” que podría sentirse en todo el continente.
El propio lago Yellowstone se formó después de una erupción similar hace 640.000 años, que excavó la caldera de 1.500 millas cuadradas (3.900 kilómetros cuadrados) que ocupa. Una erupción más pequeña hace unos 130.000 años dio forma al área de West Thumb del lago.
La combinación única de Yellowstone de frío extremo en la superficie y calor volcánico oculto demuestra la naturaleza compleja y dinámica de la Tierra, donde coexisten la estabilidad y la volatilidad. El lago sirve como recordatorio de que incluso los ambientes aparentemente helados pueden enmascarar fuerzas poderosas debajo.
