Misterioso ritual funerario de 4.000 años de antigüedad descubierto en Sudán

Los arqueólogos han descubierto un entierro único en Sudán que data de hace casi 4.000 años, revelando la primera evidencia conocida de un ritual funerario inusual del poco comprendido Reino de Kerma. El descubrimiento, detallado en un estudio reciente, presenta un enigma: los restos de lo que parece ser un banquete fúnebre fueron colocados deliberadamente dentro de una vasija de cerámica enterrada junto a un hombre de mediana edad.

El contenido inesperado de la tumba

El entierro, encontrado durante un estudio realizado en 2018 en el desierto de Bayuda, contenía un túmulo estándar, un esqueleto masculino y ajuar funerario típico, como vasijas de cerámica y cuentas vidriadas en azul. Sin embargo, una vasija destacó: contenía restos de plantas carbonizadas, fragmentos de madera, huesos de animales e incluso trozos de insectos. Según Henryk Paner, coautor del estudio, esta combinación nunca antes se había visto en entierros similares.

El contenido del recipiente incluía madera de acacia, lentejas, frijoles y granos de cereales, junto con restos de antiguos gorgojos. Los investigadores creen que se trataba de restos de una fiesta fúnebre, y que algunos huesos probablemente se desecharon después del consumo. El recipiente en sí no muestra signos de quemado, lo que sugiere que los restos fueron colocados deliberadamente en su interior.

Reino de Kerma e intercambio cultural

El Reino de Kerma floreció como civilización nubia vecina del antiguo Egipto entre 2050 y 1750 a.C. El hombre enterrado no era un individuo de élite, como lo demuestra el modesto lugar de enterramiento, pero su tumba contiene una pieza crucial del rompecabezas. Este es el primer descubrimiento de este tipo en Kerma, y su singularidad apunta a un ritual poco común o a la falta de preservación de prácticas similares en otros lugares.

Esta falta de hallazgos comparables sugiere complejos procesos de intercambio cultural en la antigua África, donde el comercio y la difusión de ideas pueden haber sido más dinámicos de lo que se pensaba anteriormente. Los restos botánicos también ofrecen información sobre el entorno pasado: la zona fue una vez una sabana húmeda, a diferencia del desierto que es hoy.

El descubrimiento destaca cómo incluso sitios aparentemente insignificantes pueden proporcionar evidencia clave para comprender los climas y culturas antiguos. Se necesita más investigación para desentrañar el misterio de este ritual y el contexto más amplio de las interacciones culturales en la región.

La naturaleza inusual de este entierro subraya cuánto aún se desconoce sobre las antiguas civilizaciones africanas y por qué es fundamental continuar con el trabajo arqueológico.