La lluvia de meteoros Úrsidas, un evento celeste anual, está actualmente activa y alcanzará su punto máximo entre las noches del 21 y 22 de diciembre. Esta lluvia brinda una oportunidad única para observar meteoros brillantes cruzando el cielo nocturno, especialmente para aquellos en el hemisferio norte.
¿Qué son las Úrsidas?
Las lluvias de meteoritos ocurren cuando la Tierra atraviesa rastros de escombros dejados por cometas o asteroides que orbitan alrededor del Sol. Estas partículas, a menudo no más grandes que granos de arena, entran en nuestra atmósfera a altas velocidades y se queman, creando los rayos de luz que percibimos como meteoros. Las Úrsidas se originan a partir de restos asociados con el cometa 8P/Tuttle.
Cuándo y dónde buscar
Se espera que la actividad máxima de las Úrsidas sea desde el domingo por la noche hasta el lunes por la mañana. Los meteoros parecerán irradiar desde cerca de la Osa Menor, un asterismo prominente dentro de la constelación de la Osa Menor. Los observadores del cielo en el hemisferio norte tienen más posibilidades de detectarlos. Las condiciones de este año son favorables: la Luna estará llena sólo un 3% durante el pico, lo que minimizará la contaminación lumínica.
Seguimiento de la actividad en tiempo real
Para aquellos que quieran saber cuándo la visibilidad es mayor, la Red Global de Meteoros proporciona datos en vivo sobre la actividad de las bolas de fuego. Esto puede ayudar a determinar los tiempos óptimos de visualización a medida que avanza la lluvia.
Por qué son importantes las lluvias de meteoritos
Las lluvias de meteoritos son un recordatorio natural de los procesos dinámicos que ocurren en nuestro sistema solar. Estos eventos no representan ningún peligro para la Tierra, pero ofrecen una manera accesible para que cualquiera pueda experimentar la belleza del espacio. Las Úrsidas, en particular, ocurren cerca del solsticio de invierno, lo que hace que esta exhibición sea un espectáculo apropiado para la época más oscura del año.
El pico de las Úrsidas es un espectáculo de corta duración pero brillante, que ofrece una oportunidad única para que tanto los astrónomos aficionados como los observadores casuales sean testigos de un fugaz trozo de polvo cósmico que ilumina nuestra atmósfera.
























